Cultura Moche:
La cultura moche1 o cultura mochica es una cultura arqueológica del antiguo Perú que se desarrolló entre el 100 y el700 d. C. en el valle del río Moche (actual provincia de Trujillo, en el departamento de La Libertad). Esta cultura se extendió hacia los valles de la costa norte del actual Perú.
Las sociedades mochicas hicieron grandes obras de ingeniería hidráulica: canales de riego y represas, lo que les permitió ampliar su frontera agrícola a gran escala.
Fueron grandes arquitectos; su materia prima fue el adobe. Construyeron complejos religiosos-administrativos de carácter monumental, conformados por palacios y templos o huacas (en forma de pirámide trunca), las cuales los recubrían de grandes murales en alto y bajo relieve, pintados con colores extraídos de la naturaleza, donde plasmaron sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión cultural. Las más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del Sol y de la Luna, en el valle de Moche.
Fueron los mejores metalurgistas de su época; doraron el cobre mucho antes que en Europa; y conocieron una variedad de técnicas (laminado, martillado, alambrado, soldadura, etc.), fabricando herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica parafernalia ritual.
Son considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo, gracias al fino y elaborado trabajo que realizaron en sus ceramios. En ellas representaron, tanto de manera escultórica como pictórica, a divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y realismo con que los dotaban. De este arte sobresalen los huacos retratos y los huacos eróticos.
Fueron grandes navegantes: construyeron caballitos de totora, los que hacían más pequeños para la pesca y más grandes para sus viajes hasta las costas ecuatoriales, desde donde traían la concha Spondyllus, sagrada para los moches, y en general, para el resto de las culturas costeñas del Antiguo Perú.
Políticamente, las sociedades moches ―de fuerte segmentación en clases sociales― se organizaban en reinos o señoríos confederados. Se ha podido conocer más sobre esta cultura gracias al descubrimiento de algunas tumbas intactas de sus gobernantes o señores, como la del Señor de Sipán y la Dama de Cao.
MOCHICAS NORTEÑOS Y SUREÑOS
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el desierto de Paiján dividió también las manifestaciones culturales de los mochicas: Mochica del Norte y Mochica del Sur.
Los Mochicas Norteños tuvieron mayor abundancia de metales en sus tumbas (el Señor de Sipán es un ejemplo), mientras que los Mochicas del Sur fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
La cerámica norteña es de color naranja o crema con los diseños en rojo o púrpura, mientras que los sureños utilizan utilizan el fondo blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre.En las construcciones norteñas se construyen pirámides con rampa, mientras que en las sureñas, no se encuentran rampas.
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
Hacia el final del periodo Mochica, Moche Sur llegó a opacar el poder de Moche Norte, conquistando teritorios hasta Piura y Jequetepeque. Pero esta hegemonía fue breve, pues hacia el 550 d.C., esta sociedad sufrió transformaciones producto de severas sequías. Una de ellas, de 32 años, probablemente fruto de una manifestación del Fenómeno del Niño, trajo como consecuencia el desalojo de las partes bajas de los valles y el desplazamiento hacia el interior del valle.
Esto provocó un nuevo resurgimiento de la clase Moche Norteña y un debilitamiento de la Moche Sureña. Moche Norte, al final de su periodo, terminó conviviendo con la cultura Virú.
Los centros principales en Moche Norte fueron el valle del rio Jequetepeque (donde se halla San José de Moro y Huaca Dos Cabezas) y el valle del rio Lambayeque (donde se halla Sipán y Pampa Grande).
Los centros principales de Moche Sur fue el valle del rio Moche (donde se halla la Huaca del Sol y de la Luna) y el valle del rio Chicama (donde se halla el Complejo El Brujo).
ESTUDIOS REALIZADOS
Históricamente fue conocida como Protochimú por Max Uhle; Gordon Willy la denominó Clásica; Muchik, Julio C.Tello, y Chimú Temprano (Early Chimu) por Kroeber en 1925. En la actualidad, Mochica o Moche es el nombre más empleado en el lenguaje científico. Pero fue Max Uhle (1899) quien dio a conocer por primera vez la existencia de esta cultura luego de realizar trabajos de investigación en el valle de Moche. Uhle excavó alrededor de 50 tumbas entre las Huacas del Sol y de La Luna, que le permitieron identificar hasta cuatro distintas culturas que habitaron sucesivamente en el valle: Protochimú (Mochica), Tiahuanacoide, Chimú e Inca.
Los materiales culturales, especialmente cerámica, encontrados por Uhle fueron llevados a la Universidad de Berkeley y analizados por Alfred Kroeber (1930), confirmando que se trataba de una Cultura Protochimú y Pretiahuanaco, dicho anteriormente por Uhle. En base a la cerámica, Don Rafael Larco Hoyle (1948) la clasificó en cinco fases estilísticas, tomando para esto ciertos criterios de forma y dimensiones de los picos, asas estribo y cuerpo, así como las decoraciones. Las dos primeras con una arraigada herencia de los estilos Cupisnique, Salinar y Virú; la tercera y cuarta etapa denominada clásica y la quinta fase la considera como la época de decadencia con fuertes influencias foráneas.
FASES DE LA CULTURA MOCHICA
Las sociedades mochicas hicieron grandes obras de ingeniería hidráulica: canales de riego y represas, lo que les permitió ampliar su frontera agrícola a gran escala.
Fueron grandes arquitectos; su materia prima fue el adobe. Construyeron complejos religiosos-administrativos de carácter monumental, conformados por palacios y templos o huacas (en forma de pirámide trunca), las cuales los recubrían de grandes murales en alto y bajo relieve, pintados con colores extraídos de la naturaleza, donde plasmaron sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión cultural. Las más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del Sol y de la Luna, en el valle de Moche.
Fueron los mejores metalurgistas de su época; doraron el cobre mucho antes que en Europa; y conocieron una variedad de técnicas (laminado, martillado, alambrado, soldadura, etc.), fabricando herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica parafernalia ritual.
Son considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo, gracias al fino y elaborado trabajo que realizaron en sus ceramios. En ellas representaron, tanto de manera escultórica como pictórica, a divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y realismo con que los dotaban. De este arte sobresalen los huacos retratos y los huacos eróticos.
Fueron grandes navegantes: construyeron caballitos de totora, los que hacían más pequeños para la pesca y más grandes para sus viajes hasta las costas ecuatoriales, desde donde traían la concha Spondyllus, sagrada para los moches, y en general, para el resto de las culturas costeñas del Antiguo Perú.
Políticamente, las sociedades moches ―de fuerte segmentación en clases sociales― se organizaban en reinos o señoríos confederados. Se ha podido conocer más sobre esta cultura gracias al descubrimiento de algunas tumbas intactas de sus gobernantes o señores, como la del Señor de Sipán y la Dama de Cao.
MOCHICAS NORTEÑOS Y SUREÑOS
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el desierto de Paiján dividió también las manifestaciones culturales de los mochicas: Mochica del Norte y Mochica del Sur.
Los Mochicas Norteños tuvieron mayor abundancia de metales en sus tumbas (el Señor de Sipán es un ejemplo), mientras que los Mochicas del Sur fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
La cerámica norteña es de color naranja o crema con los diseños en rojo o púrpura, mientras que los sureños utilizan utilizan el fondo blanco o crema y los motivos en rojo o en ocre.En las construcciones norteñas se construyen pirámides con rampa, mientras que en las sureñas, no se encuentran rampas.
Inicialmente se pensó en Moche como en una unidad cultural, pero la división natural de la Costa Norte por el fabricaron la mayoría de los huacos retratos que casi no existen entre los norteños.
Hacia el final del periodo Mochica, Moche Sur llegó a opacar el poder de Moche Norte, conquistando teritorios hasta Piura y Jequetepeque. Pero esta hegemonía fue breve, pues hacia el 550 d.C., esta sociedad sufrió transformaciones producto de severas sequías. Una de ellas, de 32 años, probablemente fruto de una manifestación del Fenómeno del Niño, trajo como consecuencia el desalojo de las partes bajas de los valles y el desplazamiento hacia el interior del valle.
Esto provocó un nuevo resurgimiento de la clase Moche Norteña y un debilitamiento de la Moche Sureña. Moche Norte, al final de su periodo, terminó conviviendo con la cultura Virú.
Los centros principales en Moche Norte fueron el valle del rio Jequetepeque (donde se halla San José de Moro y Huaca Dos Cabezas) y el valle del rio Lambayeque (donde se halla Sipán y Pampa Grande).
Los centros principales de Moche Sur fue el valle del rio Moche (donde se halla la Huaca del Sol y de la Luna) y el valle del rio Chicama (donde se halla el Complejo El Brujo).
ESTUDIOS REALIZADOS
Históricamente fue conocida como Protochimú por Max Uhle; Gordon Willy la denominó Clásica; Muchik, Julio C.Tello, y Chimú Temprano (Early Chimu) por Kroeber en 1925. En la actualidad, Mochica o Moche es el nombre más empleado en el lenguaje científico. Pero fue Max Uhle (1899) quien dio a conocer por primera vez la existencia de esta cultura luego de realizar trabajos de investigación en el valle de Moche. Uhle excavó alrededor de 50 tumbas entre las Huacas del Sol y de La Luna, que le permitieron identificar hasta cuatro distintas culturas que habitaron sucesivamente en el valle: Protochimú (Mochica), Tiahuanacoide, Chimú e Inca.
Los materiales culturales, especialmente cerámica, encontrados por Uhle fueron llevados a la Universidad de Berkeley y analizados por Alfred Kroeber (1930), confirmando que se trataba de una Cultura Protochimú y Pretiahuanaco, dicho anteriormente por Uhle. En base a la cerámica, Don Rafael Larco Hoyle (1948) la clasificó en cinco fases estilísticas, tomando para esto ciertos criterios de forma y dimensiones de los picos, asas estribo y cuerpo, así como las decoraciones. Las dos primeras con una arraigada herencia de los estilos Cupisnique, Salinar y Virú; la tercera y cuarta etapa denominada clásica y la quinta fase la considera como la época de decadencia con fuertes influencias foráneas.
FASES DE LA CULTURA MOCHICA
La nación moche fue un Estado Militarista- Teocratico, no existio un gobierno central, sino que era un grupo de señoríos independientes donde gobernada un curaca, cada una de ellos controlaba una o más valles de la costa. Los guerreros debieron de gozar de un estatuto especial, se formaron ejércitos profesionales para el control, la dominación política y la seguridad territorial, como lo demuestran complejos militares estratégicamente situados en los valles y extensas murallas que delimitaban los pequeños reinos.
El centro principal o capital de los Mochica fue el valle de Moche. La sociedad mochica estaba estratificada. El estado Mochica ampliaba sus territorios mediante las guerras de conquista, los nuevos territorios se vinculaban mediante una red de carreteras y caminos. Los caminos de los Moche y el sistema de estaciones de paso se cree que han sido una inspiración temprana para la red de caminos Inca.
* El Cie-Quich (representado como un jaguar): Era el gobernante o rey de uno o muchos valle costeños.
* El Alaec : Eran reyes subordinado al poder de un soberano Moche "Cie quich".
* El Sacerdote (representado como un Zorro): Poseian gran poder en la poblacion mochica e iniciaban los rituales religosos
* El Pueblo (representado como un lagarto): Estaba compuesto por campesinos, pescadores, comerciantes y artesanos.
Los textiles y ropas fueron hechos principalmente de lana de vicuña y alpaca. Aunque hay muy pocos ejemplos de esto, el pueblo Moche tenia conocimientos de sus antepasados.
EconomíaAgricultura. Ingeniería hidráulica
Los mochicas tuvieron una especial preocupación por el desarrollo agrícola. En este sentido, cultivaron maiz, camote, yuca, papa,calabaza, frutas tales como tuna, lucuma, chirimoya, tumbo, mani y papaya. Como debieron llevar agua para cultivar tierras secas, construyeron canales (Wachaques) que se muestran como notables obras de ingenieria hidraulica, como el de Ascope y el de la Cumbre.
Asimismo construyeron represas como la de San José, cuyas aguas almacenadas servían para irrigar las tierras en tiempo de sequía y escasez.Cultivaron el algodon industrialmente en sus colores naturales como:blanco,marron,rojizo y morado.Tambien cultivaron totora.
Quedó registrada una sequía de varios años, que se cree que está relacionada con una erupción del volcan, que generó un invierno de dos años en todo el mundo . Es más probable, sin embargo, que se debiera al fenomeno del niño, que habría ocasionado una terrible crisis en la producción agrícola, que llevó al abandono de muchas tierras de cultivo y a la reducción del territorio moche.
Entre los animales que consumieron están la llama, el cuy, el pato, el venado, la pava de ala blanca y los cañanes (lagartijas).
Pesca. Cuna del cebiche
caballitos de totora en la playa peruana de huanchaco.
Los mochicas tuvieron gran experiencia como pescadores y eso lo demuestra las antiguas embarcaciones que usaban y que hasta ahora se siguen fabricando denominadas caballitos de totora. Pescaron tollos, rayas, lenguados, etc. y recolectaron mariscos como erizos y cangrejos.
Los pescadores moches tuvieron la costumbre inicial de comer pescado crudo con limones nativos de la zona llamados chullco (agrio), tumbo, puru puru (agrio verde), ceutí (limón sutil) como refieren los estudios de etnotecnología alimentaria de Andrés Tinoco Rondán, investigador de la Facultad de Ingeniería Industrial de la URP (Universidad Ricardo Palma).
Navegación y comercio
El mar ejerció sobre los mochicas un atractivo especial. Provistos de sus caballitos de totora, que ya tenían cerca de tres mil años de antigüedad entonces, se convirtieron en diestros pescadores, de la misma manera que organizaron expediciones que arribaron hasta la isla de chincha para extraer el guano, tan eficiente para el abono de las chacras. Con unos caballitos de totora más grandes hacían expediciones por el norte hasta el Ecuador desde donde traían las conchas de Spondyllus, sagradas para los moches las cuales hacían pectorales y brazaletes o los trituraban y los espolvoreaban en los templos y palacios; y por el sur hasta Chile, de donde traían .
Poseían también naves guerreras que eran tripuladas por más de tres o cuatro personas y que transportaban a grupos militares o a los prisioneros vencidos en las guerras. No son distintas a las fabricadas por otras culturas costeñas desde el 1000a.c.
Hasta el momento en los diferentes monumentos principales, se han registrado más de un centenar de aquellos símbolos. Las dimensiones de estos adobes, que por lo general son de color beige, son de 43 x 27 x 17 y de 33 x 20 x 15 cm. Los arquitectos moches también utilizaron la piedra como elemento constructivo, pero de menor uso que el adobe, y prioritariamente para las bases de muros y terrazas. La forma más típica de las estructuras ceremoniales y domésticas es la rectangular, a excepción de las estructuras construidas con muros circulares en las cimas de cerros, como en el caso de Galindo, en el valle de Moche o de Huaca Cholope en el valle del Santa. Galindo ofrece, igualmente, arquitectura doméstica en una área aproximada de 5000 m2, siendo su patrón la edificación de viviendas unifamiliares sobre plataformas de piedras.
Los complejos arquitectónicos monumentales que cumplieron funciones religiosas o administrativas están constituidas por varias terrazas escalonadas que abarcan todo el ancho del edificio, guardando orden simétrico con rampas inclinadas hacia patios o plazas.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS TEMPLOS
Mural Mochica en Huaca Cao
Huaca de La Luna: Muestra de la arquitectura Moche Las características generales de los templos o huacas son que sus adobes rectangulares se encuentran unidos con mortero de barro, dispuestos en forma de paneles modulares que dan la apareriencia de grandes columnas, apoyados unos con otros desde su base, logrando así resistencia y perenidad antisísmica; también los adobes están dispuestos de canto, de cabeza y de soga. La arquitectura básica de la cultura Moche, en conclusión, fue monumental, doméstica y defensiva. Lo monumental está representado por impresionantes edificios "piramidales". La doméstica era pequeña, de varios cuartos comunicados con entradas rectangulares, con arcos en la parte superior e inclinada a dos aguas. Las de defensa eran erigidas en grandes fortificaciones.
HUACA DEL SOL
La pirámide escalonada, llamada "Huaca del Sol" es una de las edificaciones más impresionantes de todo el Perú precolombino. Se supone que esta construcción erigida sobre una gran terraza escalonada, tuvo un área de más de 55 mil metros cuadrados y unos 40 metros de altura y que, en su construcción, se usaron aproximadamente 140 millones de ladrillos rectangulares, no sometidos a cocción. La forma de la Huaca de la Luna, erigida sobre un espolón rocoso del Cerro Blanco y frente a la Huaca del Sol, ocupa un área casi cuadrada de 290 por 210 metros y está conformada por varias plataformas y patios ceremoniales. En su interior no se han hallado vestigios de tareas domésticas, a diferencia de la huaca del Sol, lo que demostraría el carácter ceremonial de su construcción. En 1995, el arqueólogo canadiense Steve Bourget, desenterró los cuerpos de 42 jóvenes sacrificados brutalmente, hallazgo que se ha interpretado como un sacrificio masivo vinculado al Fenómeno del Niño.
La plataforma que sirvió de base estuvo compuesta de cinco terrazas, el acceso se daba a través de un terraplén de 90 metros de largo por 6 metros de ancho, que al parecer servía de entrada al edificio. En seguida, hay una gran "pirámide" que corona toda la región meridional constituida por cinco plataformas escalonadas. Es muy probable que estuviera decorada con pinturas murales como en la Huaca de La Luna.
La Huaca de La Luna, ubicada al pie del cerro Blanco considerada como "impresionante centro ceremonial", está conformada por un complejo de estructuras que ocupa una área aproximada de 350 x 300 mts. orientada de Sur a Norte. Presenta tres plataformas piramidales escalonadas, la más grande tiene una forma cuadrada y mide 100 m. de lado; el flanco suroeste del complejo viene conectado con una plaza al norte y otra al este; a su vez, la segunda plaza se conecta con otras dos, una al norte y otra al sudoeste. Ambas plazas están asociadas en la parte este a una plataforma.
Tanto la Huaca del Sol como la Huaca de la Luna, conformaron un complejo administrativo y religioso, ubicado en las faldas de Cerro Blanco, el más venerado de los Moches.
La plataforma que sirvió de base estuvo compuesta de cinco terrazas, el acceso se daba a través de un terraplén de 90 metros de largo por 6 metros de ancho, que al parecer servía de entrada al edificio. En seguida, hay una gran "pirámide" que corona toda la región meridional constituida por cinco plataformas escalonadas. Es muy probable que estuviera decorada con pinturas murales como en la Huaca de La Luna.
La Huaca de La Luna, ubicada al pie del cerro Blanco considerada como "impresionante centro ceremonial", está conformada por un complejo de estructuras que ocupa una área aproximada de 350 x 300 mts. orientada de Sur a Norte. Presenta tres plataformas piramidales escalonadas, la más grande tiene una forma cuadrada y mide 100 m. de lado; el flanco suroeste del complejo viene conectado con una plaza al norte y otra al este; a su vez, la segunda plaza se conecta con otras dos, una al norte y otra al sudoeste. Ambas plazas están asociadas en la parte este a una plataforma.
Tanto la Huaca del Sol como la Huaca de la Luna, conformaron un complejo administrativo y religioso, ubicado en las faldas de Cerro Blanco, el más venerado de los Moches.
METALURGIA
Sonajera de oro perteneciente al Señor de Sipán, en la cual el Dios Decapitador tiene, en una mano un cuchillo, y en la otra una cabeza humana.Los Mochica innovaron la tecnología y producción metalúrgica con el uso intensivo del cobre, para la fabricación de ornamentos, armas y herramientas. Su más importante proeza fue dorar este metal con una sofisticada técnica que obtiene los mismos resultados que el sistema electrolítico inventado en Europa recién a fines del siglo XVIII. Los orfebres habían aprendido a fundir el oro sobre los moldes y a dorar objetos de cobre. Dominaron totalmente la aleación cobre-oro y llegaron a realizar joyas de oro y plata soldados. Existían además utensilios de cobre, mientras que el bronce no se descubrió hasta más tarde. Los Mochicas fueron expertos fundidores de metales. Conocieron sus propiedades físicoquímicas; desarrrollaron técnicas de manufactura y sobre todo aprendieron sobre la extracción de los minerales y los tratamientos metalúrgicos. Dominaban el oro, la plata, el cobre, el plomo, el mercurio y procesos de aleaciones como el bronce el cobre dorado, oro y plata dorada, que son el resultado de la aleación del cobre, oro y plata en especiales proporciones, llamado tumbaga, y en combinación con elementos reactivos, con el objetivo de una depositación electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal común, nitrato de potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de aluminio y potasa, sulfato férrico y cloruro de sodio, antioxidantes, carbón vegetal y greda.
Desarrollaron, así mismo, tecnologías de fundición, refinación, soldaduras al fuego y al frío, repujado, vaciado a través de moldes, laminados y filigrana, etc. Confeccionaban una variedad de objetos de uso real, sacro y militar; también adornos para la élite y domésticos como collares, narigueras, orejeras, brazaletes, pinzas, sortijas, coronas, pectorales, platos, copas, cuencos; instrumentos agrícolas, quirúrgicos, cuchillos, máscaras funerarias, protectores y perfectos instrumentos musicales como sonajas, pitos, quenas, tambores, etc.
Desarrollaron, así mismo, tecnologías de fundición, refinación, soldaduras al fuego y al frío, repujado, vaciado a través de moldes, laminados y filigrana, etc. Confeccionaban una variedad de objetos de uso real, sacro y militar; también adornos para la élite y domésticos como collares, narigueras, orejeras, brazaletes, pinzas, sortijas, coronas, pectorales, platos, copas, cuencos; instrumentos agrícolas, quirúrgicos, cuchillos, máscaras funerarias, protectores y perfectos instrumentos musicales como sonajas, pitos, quenas, tambores, etc.
CERÁMICA
Cerámica Mochica El más conocido legado cultural de los Mochica es su cerámica, generalmente depositada como preciosa ofrenda para los muertos. Hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la forma de imágenes escultóricas o vasijas decoradas a pincel.
En términos generales ésta es bícroma (rojo sobre crema). Estos colores poseen una amplia gama de tonalidades, existiendo una tendencia a ser más oscuras al final del desarrollo Moche.
Los ceramios o “huacos” Moches (vasijas cerradas, de cuerpo globular o escultórico, base plana y con un gollete tubular en forma de asa estribo), han sido uno de los elemento primordiales para conocer no solo el espíritu de esta cultura preincaica, sino la sociedad, el entorno natural en el que se desarrollaron y las diferentes etapas de su evolución cultural.
LA CERÁMICA MOCHICA
El más conocido legado cultural de los Mochica es su cerámica, generalmente depositada como preciosa ofrenda para los muertos. Hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la forma de imágenes escultóricas o vasijas decoradas a pincel.
Su famosa plástica asombra por la expresividad y perfección de verdaderos retratos de arcilla. Los cánones clásicos de perfección y realismo se reconocen aun en seres mitológicos, animales humanizados, hombres con atributos zoomorfos o partes combinadas de varios animales.
Sus pictografías derrochan vida y movimiento en las complejas escenas de ceremonias, combates, cacerías rituales y probables relatos míticos. En este ramo emplearon las técnicas alfareras del trabajo a molde lo cual incrementó su producción. Sin embargo, la vajilla para uso diario, utensilios domésticos y vasijas para agua fueron funcionales, sencillos y escasamente decorados.
Los Mochica plasmaron el entorno de su mundo cultural y religioso en su expresiva cerámica perfeccionando una actividad artística que constituye el mejor documento y testimonio de su cultura: hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas.
Los Mochica desarrollaron en su cerámica dos grandes vertientes: pintura y escultura. Junto a la famosa plástica Mochica, que asombra por la expresividad de sus "retratos" de arcilla, se encuentran también las representaciones pictóricas plasmadas sobre la superficie globular de los ceramios. Mediante trazos perfilaron figuras y complejas escenas donde los seres representados derrochan vida y movimiento. Así, la posición de las extremidades puede indicar quietud, caminata, carrera o baile; inclinar el torso hacia adelante implica velocidad y la posición de la cabeza, reverencia o dignidad. En artísticas discordancias anatómicas, estas figuras combinan partes de frente y de perfil.
En sus esquemáticos dibujos, la perspectiva se establece reduciendo el tamaño de las representaciones distantes. Otras veces, se recurre a separar paneles horizontales que indican diversos planos. El tamaño y proporción de los actores señala su rango e importancia en la escena: los señores eran siempre representados más grandes que los hombres comunes.
Los estudios recientes dejan en claro que el arte Mochica no captó todos los aspectos de la vida cotidiana y que graficó únicamente imágenes y escenas significativas referidas a eventos, temas ceremoniales constantes y probablemente mitos y relatos que reflejan su concepción del mundo. Una selección representativa nos aproxima a este fascinante mundo de imágenes gráficas.
La cerámica moche, por más que sus representaciones sean tan artísticas y naturales para nuestros ojos, fue realizada en la gran parte de los casos bajo estrictos controles de los grupos de poder. Los Moche concibieron su cerámica escultórica y pictórica como un medio de refuerzo ideológico, mediante el cual las elites representaban su cosmovisión y la difundían a las masas como también sucedió con los murales moche con representaciones divinas o de sacrificios en la Huaca del Sol y de la Luna, y en El Brujo. Las repeticiones en los motivos y la elección de ciertos temas hacen pensar que había escuelas de ceramistas y que los artesanos tenían reglas impuestas por los sistemas religiosos y sociales. Esto se ve reforzado si vemos que existen dos grandes estilos en la cerámica moche, el que de la cerámica de elite y el de la cerámica local. En el primer caso el estilo no varía de valle a valle, lo cual confirma que la producción se realizaba en centros especiales bajo cierto tipo de control. En el segundo, los estilos varían según las particularidades de cada valle, pues el control de este tipo de cerámica, más utilitaria y de menor calidad, era más laxo.
El Señor de Sipán
Señor de SipánSipán es una pequeña localidad que se ubica a 35 kilómetros al sureste de Chiclayo. Allí se encuentra la denominada Huaca Rajada. En marzo de 1987 el arqueólogo peruano Walter Alva logró erradicar a los huaqueros (ladrones de huacas) y procedió a realizar excavaciones.
Fue la única tumba de un gobernador precolombino hallada intacta en el Perú y que data del siglo III. Actualmente se encuentra en elMuseo Tumbas Reales de Sipán, en Lambayeque. Se trata de un hombre de 1,67 m, y de entre 35 a 40 años de edad. Se lo halló al lado de los restos de 8 personas (tres mujeres, dos varones, un niño y dos guardianes) y animales (dos llamas y un perro). Se hallaron también 209 ceramios, muchos de los cuales contenían ofrendas. El cuerpo del personaje estaba cubierto de numerosos ornamentos, armas y emblemas de oro, plata y cobre dorado. Meses después se hallaron dos tumbas más: la de un sacerdote contemporáneo al Señor de Sipán, y la de un personaje que por las armas,atuendos,ornamentos,emblemas,debio tener el mismo cargo del señor de Sipan y se le bautizó como el Viejo Señor de Sipán.El señor de Sipan es descendiente de el en tres generaciones.
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